Después de varios años de auge económico, seguidos de un impresionante colapso de la economía irlandesa en el 2008, el país está preparado para un crecimiento sostenible. Un severo plan de austeridad le ha permitido a la capital de la República de Irlanda, cumplir con sus compromisos de reducción de su déficit.

Como resultado, las empresas están volviendo a contratar empleados y se abren nuevos mercados. La economía local, impulsada por las exportaciones, ha registrado un nuevo récord en los dos últimos años, y está en una fase de consolidación. Las empresas del sector de servicios, buscan ansiosamente ayuda para la temporada y les proponen a los estudiantes de todo el mundo, empleos vacantes y emocionantes intercambios interculturales. En el corazón de la capital, disfrutará el dinámico contexto urbano, la intensa vida cultural y la legendaria hospitalidad de los irlandeses.