Localizada en el centro de la planicie del Po, la capital de la región de Lombardía está a la cabeza de la economía italiana. Centro industrial, comercial, universitario y financiero. Es la sede de la bolsa de valores de Italia y representa un polo de atracción ineludible para las sedes administrativas de diversas multinacionales. Si se trata de la urbe italiana más poblada y rica, la potente lombarda es sobre todo la capital italiana y europea de la moda. Prada, Gucci, Versace, Morello y otras Cavalli… los desfiles son seguidos y no se parecen entre ellos. Milán es decididamente chic y así lo demuestra. Es reina magistral de la fashion attitude y sí que lo sabe. Basta con ojear las elegantes vitrinas del Quadrilatero para convencerse –en caso de que hubiera la necesidad- o para naturalmente deleitarse. Milán es igualmente reina cultural, con pinacotecas que mucho le envidian otras ciudades grandes de Europa, la ópera más famosa del mundo y un impresionante número de galerías de arte y de eventos que juegan con todos los estilos y excesos del diseño y del arte contemporáneo. Desde lo más bling-bling anecdótico, hasta la más alta factura del lujo. Sería una injusticia pensar que Milán solo cuenta con sus museos y sus viejas piedras para impresionar. La silueta de la metrópolis milanesa pronto no seguirá siendo dominada por el Duomo y el famoso Pirelli. Una nueva arquitectura vertical y ambiciosa va a poder por fin expresar su vitalidad económica. Nada es demasiado alto ni demasiado bello para la primera dama de Italia que quiere hacerse aún más hermosa para su exposición universal de 2015. Mundana de la cabeza a los pies, Milán no es por tanto, ni altiva ni arrogante, sabiéndose mostrar muy amigable. En la noche, intérnese con desenfreno en la trepidante vida nocturna. Tómese su tiempo para saborear el aperitivo tradicional antes de explorar los diversos Navigli para descubrir los bares y los clubes de moda más en boga. Deslícese por los locali, almacenes adaptados como discotecas, para festejar hasta la madrugada con los milaneses. Es impresionante esta cara de Milán, desconocida por los turistas. Cuando usted la encuentre toda su percepción inicial de la ciudad, cambiará radicalmente. Su curso de idiomas en Milán, promete ser verdaderamente apasionante.