Construida sobre el delta del río Fraser, en el estrecho de Georgia, Vancouver se encuentra rodeada de un entorno natural excepcional. La espléndida colección forestal de pinos gigantes contrasta con el azul profundo del Pacífico y la resplandeciente blancura de las cimas nevadas de Whistler. La ciudad más grande de la Columbia británica está particularmente mimada por una naturaleza que incluso hace majestuosa presencia en pleno centro de la ciudad. Verdadero oasis verde en el corazón de Vancouver, el Stanley Park es el punto de encuentro de los amantes de las actividades al aire libre y de la relajación. Imagínese 400 hectáreas ocupadas por jardines en flor, playas de hermosura singular y senderos de caminantes en plena urbe. Trote, ciclismo, natación, picnic, cricket, tenis… allí todo es posible. Cosmopolita, joven, culta, deportiva y muy natural, aquella llamada la “Perla del Pacífico” es una ciudad de tamaño humano donde nadie se siente extranjero jamás. El increíble mosaico étnico y cultural que la compone, solo tiene como rasgo común la amabilidad y simpatía de sus habitantes. Gracias a su situación geográfica, Vancouver ha desarrollado un importante perfil portuario, industrial y económico. Los aserraderos de la antigua Gastown de Gassy Jack, han sufrido una bella metamorfosis para llegar a convertirse una magnífica ciudad. Museos que le envidia el resto del país, una escena artística y cultural de antología, Canucks al ataque en la arena mítica del GM Stadium, magníficas vitrinas para soñar en Robson Street, un festival de sabores y mesas salidos de los cuatro rincones del planeta, las calles abigarradas de Chinatown y los cafés de moda de Granville Street… Incluso cuando ella es menos conocida y menos frecuentada que sus hermanas americanas ¡Vancouver lo tiene todo! Los locales suelen decir, con entusiasmo –y una pizca de orgullo muy legítimo- que en Vancouver se puede hacer todo en un día. Descender velozmente por las pistas durante la mañana, parar para desayunar en Chinatown, jugar golf en la tarde y disfrutar de la playa de Kitsilano para lograr un agradable bronceado, ofrecerse los especiados manjares indios mientras que el sol toca el océano y después, perseguir el final de la noche en Cellar o en Shine… ¿Le gustaría disfrutar la vida intensamente después de sus lecciones de inglés? ¡Vancouver es el destino para elegir! Experience something great!